La Orquesta de Cámara de Bellas Artes (OCBA) iniciará su segunda temporada 2021 con un programa, bajo la dirección de Ludwig Carrasco, integrado por el estreno de ¡México independiente! del compositor y violinista estadounidense William Harvey, y Duende, del venezolano Reinaldo Moya, además del Concertino para violín y orquesta de cuerdas, de Manuel Reyes Meave, y la Suite Holberg, Op. 40, de Edvard Grieg, el jueves 23 de septiembre a las 20:00 horas en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
William Harvey es el primer concertino estadounidense de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) y ha forjado una carrera que lo ha llevado desde Afganistán hasta Zimbabwe. Intervendrá como solista invitado en la interpretación de la obra de Moya, además de participar en su creación, la cual terminó de escribir el 9 de junio del presente año para conmemorar el bicentenario de la consumación de la Independencia de México, especialmente para el ensamble de cámara del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), con variaciones sobre el tema que el compositor mexicano José Mariano Elízaga (1786-1842) utilizó en su propia obra: Últimas variaciones para piano.
Venezolano de origen y con residencia en Estados Unidos, Reinaldo Moya se graduó en el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de su país natal. Sobre su obra, refiere que “es un intento de aprovechar la energía del duende: tiene momentos de furia, enojo, oscuridad, pero también instancias en las que la luz logra brillar. Es también una exploración sobre cómo el espíritu del duende se manifiesta en el de los tangos, especialmente en los de Astor Piazzolla”.
Moya la compuso en 2021 por encargo de la Minnesota Sinfonia y existe en varias versiones: orquesta de cuerdas, quinteto de cuerdas, cuarteto de cuerdas, cuarteto de violas y quinteto de violonchelos. El propio Moya realizó una versión para violín solista y cuerdas para Harvey y la OCBA.
La historia del Concertino para violín y orquesta de cuerdas de Reyes Meave es parecida a la de muchas otras piezas de autores mexicanos: perdida, olvidada, archivada y traspapelada, pero con mayor fortuna que otras partituras: buscada, encontrada y rescatada, en este caso por Ludwig Carrasco, quien además realizó el reestreno y la edición crítica de la obra. Los materiales hallados en la Biblioteca Cuicamatini de la Facultad de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México consisten en la reducción para violín y piano, y las partichelas de la versión para violín y cuerdas.
El director artístico de la OCBA comenta que la partitura de cuerdas apunta hacia una posible versión con otros instrumentos, cuyas partichelas no han sido localizadas.
Habrá un estricto apego a las medidas de protección para artistas, trabajadores y asistentes, las cuales consisten en la instalación de un filtro con tapete desinfectante, aplicación de gel antibacterial, revisión de la temperatura que no rebase los 37.5ºC, uso obligatorio de cubreboca al momento del acceso y durante la función, y respeto a la sana distancia. El cambio de programación está sujeto a las condiciones sanitarias establecidas por las autoridades de las secretarías de Salud y de Cultura federal, así como del Gobierno de la Ciudad de México.