En el marco de la campaña “Contigo en la distancia”, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través del Museo Nacional de Arte (Munal), recuerdan al pintor mexicano Ángel Zárraga Argüelles, a 135 años de su nacimiento.
Originario de Durango, Ángel Zárraga nació el 16 de agosto de 1886. Algunos de sus primeros dibujos fueron publicados en 1902 en la Revista Moderna. Sus maestros fueron Santiago Rebull, José María Velasco y Julio Ruelas.
Miembro fundador del Ateneo de la Juventud, incursionó en el cubismo y el muralismo, aunque su pintura destaca principalmente dentro del realismo simbólico. Cercano a importantes personalidades de la vida literaria de la época, entre ellos Luis G. Urbina y José Juan Tablada; en 1904 viajó a Francia con una carta de recomendación de Amado Nervo. Ahí fue recibido por Rubén Darío, entonces cónsul de Nicaragua en el país europeo, quien lo ayudó a relacionarse con diversos artistas.
Realizó estudios en la Real Academia de Bélgica bajo la guía de Isidore Verheyden. Posteriormente expuso en el Museo Nacional del Prado, en 1906, y en el Salón de los Independientes, en 1907. Cuatro años más tarde exhibió en el Salón de Otoño los óleos Exvoto (San Sebastián) y El don, gracias a los cuales obtuvo comentarios favorables que impulsarían su carrera.
Después de radicar buena parte de su vida en Europa, regresó a México en 1941 para instalarse en la capital, donde montó un estudio para impartir clases y pintar retratos. Por encargo del arquitecto Mario Pani realizó un mural en el Club de Banqueros del edificio Guardiola. En 1943 comenzó su obra de mayor formato: los murales de la capilla absidal en la Catedral de Monterrey.
Como parte de su acervo, el Munal resguarda algunas de sus piezas más importantes, entre las que sobresalen La dádiva, La mujer del espejo, El viejo del escapulario, Anciana de Segovia, El hombre del paraguas y Exvoto (San Sebastián), la cual muestra una amalgama entre la religiosidad y el erotismo, temas constantes en el arte modernista. Atada a un poste, se yergue la figura de un joven semidesnudo, calzado con sandalias y aureolado por un círculo de estrellas. Atraviesa su pectoral una flecha adornada con plumas blancas y negras. A la izquierda, arrodillada en actitud orante, una mujer con velo y de riguroso luto une sus manos e inclina reverente la cabeza. La pasiva languidez del personaje masculino contrasta con la severidad de la fémina postrada a sus pies.
Influido por Diego Rivera, Zárraga fue un pintor mexicanista que logró grandes expresiones en su obra por el empleo del color, además de su fuerza y originalidad, y por el realismo y la seguridad en sus trazos y en su depurada técnica.
Fue considerado un orfebre que compaginó las artes visuales con la literatura, ya que, además de pintar, escribió poesía y ensayo sobre temas artísticos. Falleció el 22 de septiembre de 1946 en Cuernavaca, Morelos. Tras su muerte, Salvador Novo escribió: “Era un pintor mexicano cuyo nacionalismo hacía pensar en un Saturnino Herrán, en un Ramos Martínez, perfeccionados o evolucionados hacia una mayor maestría clásica”.