Dr. Rogelio Díaz Ortiz
“México lindo y querido si muero lejos de ti, que digan que estoy dormido y que me traigan aquí” Jesús Monge
En las últimas semanas se ha “roto” el récord de remesas provenientes de los Estados Unidos de América en un ejercicio que “presume” el gobierno federal pero que en realidad es el fruto del esfuerzo, sacrificio y trabajo de quienes emigraron de México en búsqueda del denominado “sueño americano”.
Nadie puede dudar que el envío de dólares a miles de familias de todo el país es resultado de la constancia y el permanente deseo de superación que caracterizan a muchos de nuestros paisanos migrantes, aunque se intente minimizarlos y negarles el reconocimiento que merecen en la activación de la economía de nuestro país y por supuesto del poderoso vecino del norte.
Lamentablemente, es común que nuestros “paisanos” sufran de episodios de abuso y discriminación por parte de las autoridades migratorias, de salud, seguridad y laborales en el vecino país del norte, lo que es peor son amenazados y vejados por algunos grupos radicales de ciudadanos norteamericanos que mucho nos hace recordar las viejas prácticas del kukuxklán.
Por supuesto que todo esto no sucedería si existiera en nuestro país mejores oportunidades de empleo, estabilidad en el trabajo, seguridad y justicia evitando el éxodo de mano de obra, talento e inteligencia.
Cuando hablamos de migración casi siempre lo hacemos pensando que este fenómeno social se da solo en las zonas rurales y en familias de escasos recursos económicos o pobre nivel educativo pero la realidad es que todos los niveles se ven tentados a buscar el otrora famoso sueño americano.
Mención especial merece la migración de talentos artísticos, deportivos y académicos a través de programas de intercambio, estancias o becas que no solo se circunscriben a los Estados Unidos, sino que se amplía a los cuatro puntos cardinales del planeta.
Su impacto suele “inmediato” aunque con efectos permanentes en el medio y largo plazo, ya que a su regreso no encuentran oportunidades de desarrollo económico y social ni aplicación de sus conocimientos por lo que suelen retornar al extranjero expresándose en lo que coloquialmente se conoce como fuga de cerebros.
Países como India y China han intensificado los apoyos e incentivos para que su juventud salga a estudiar al extranjero y a su regreso encuentren las condiciones para poner en marcha el “know how” adquirido en países desarrollados y que hoy es fundamental para que India sea potencia en la producción de software, en el avance médico, cinematográfico, cultural etc.
China a pasos acelerados aprende, imita, equivoca, mejora y abarata los procesos, lo que le hace un país atractivo para la inversión y potencia económica, deportiva, educativa y militar.
En Latinoamérica, países como Brasil y Chile hacen lo propio, parecerá que al gobierno federal se le olvida que vivimos en Norte América la zona económicamente más dinámica del mundo, compartimos frontera con Los Estados Unidos, tenemos tratados de libre y comercio con las naciones más fuertes y sobre todo tenemos una sociedad mayoritariamente joven por lo que resulta vital y estratégico que nuestras autoridades destinen mayores recursos a educación, ciencia y tecnología.
Es urgente que en lugar de discursos y burocracia se pase al escenario de la acción, haciendo útil la existencia de instancias gubernamentales como la Secretaria del Migrante, la cual en Michoacán ha emprendido exitosas experiencias a través del programa “Palomas Mensajeras” pero sigue siendo insuficiente en la atención que brinda a los migrantes y sus familias.
Hago la aclaración, no menosprecio la labor de quienes ahí trabajan, ni su función, sin embargo, más que decir que se atiende la gestión de pasaportes y visas ¿porque no trabaja en el origen del problema? ¿en estrategias efectivas para evitar la separación de familias ??, ¿en programas integrales para generar empleo, seguridad y educación? ¿en acciones que permitan aprovechar “tierras ociosas” y abandonadas, cuando es fértil para sus usos en la agricultura?
Mención especial merece el seguimiento “personalizado” de los estudiantes de las zonas migrantes para evitar su deserción de las aulas, mejorar las cifras de eficiencia terminal y la generación de oportunidades para continuar sus estudios.
Él envió de divisas es fundamental para la economía de nuestro país, pero no se debe olvidar que se tiene un compromiso primario para que los mexicanos no tengan que migrar a otro país para poder lograr mejorar su calidad de vida y competitividad profesional.
Mientras tanto, es importante que el gobierno de la república intensifique gestiones para lograr el establecimiento de una “reforma migratoria” que brinde dignidad, respeto, inclusión y seguridad a quienes se ven “obligados” a ser tratados como emigrantes en países como los Estados Unidos o Cánada.
Sé que esto último parece “aspiracional” y esto no gusta en el Palacio Nacional, pero es urgente y estratégico que se brinde a los mexicanos acompañamiento y apoyo en su “aventura” laboral en otras latitudes, al final de ello depende que sigan enviando dólares a sus familias y con ello signa contribuyendo de manera importante a la economía general del país.
Una vez más me dirán que soy un soñador, pero sé que merecemos soñar despiertos para construir escenarios que el día de mañana se expresen en profesionistas, astronautas, deportistas y científicos orgullosamente mexicanos, que lleven el nombre de nuestro país con orgullo, identidad, pertenencia y éxito al saber que son capaces de hacer posible lo imposible, de hacer de los sueños… hermosas realidades.