El Porvenir de Cuitzeo

Sutra del corazón, performance de danza butoh, se presentará en el Museo Nacional de Arte

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La pieza performática Sutra del corazón, creada e interpretada por Espartaco Martínez Cárdenas, tendrá cuatro funciones en el Patio de los Leones del Museo Nacional de Arte (Munal) el sábado 3 y el domingo 4 de julio a las 12:00 y a las 13:30 horas, como parte de la programación presencial del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Coordinación Nacional de Danza, en el marco de la campaña #VolverAVerte de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México.

Pensamientos y escritos que conservan la tradición oriental dieron vida a una obra de danza butoh que busca generar experiencias sensoriales en las y los espectadores para que reflexionen en torno a la condición humana y a la necesidad de una liberación emocional.

Acerca de esta pieza, en la que estará acompañado por el guitarrista y compositor japonés Taro Wakayama, Martínez Cárdenas –artista que durante más de 20 años se ha dedicado a cultivar las artes orientales, en especial la danza butoh– explica que está inspirada en el Sutra del corazón de Buda, cuya filosofía fue legada a sus discípulos, quienes a su vez la compartieron con el mundo.

Los sutras son discursos o textos sobre tradiciones orientales. Los más célebres son los asociados con el budismo y con los discípulos más allegados a Buda. En ellos se exponen enseñanzas y preceptos relacionados con las diferentes vías de conocimiento para alcanzar la iluminación o realización espiritual de los seres humanos.

El sutra del corazón –también llamado sutra de la esencia de la sabiduría– es un texto budista muy popular por su profundidad y su forma de describir la experiencia de la liberación, el cual ha adquirido un gran simbolismo en las escuelas de budismo japonesa, tibetana y zen china.

En su propuesta escénica Sutra del corazón, el bailarín y coreógrafo convoca a una disertación capital, con caligrafía en el cuerpo, sobre la condición humana, con el apoyo de distintos recursos que van de la exposición de los preparativos (teatro del teatro) a la interpelación directa, pero sutil, al público.

Sobre la esencia de la pieza, el director de la productora Muerte a Crédito –en la cual colabora la bailarina y actriz Sakiko Yokoo– refiere: “Se trata de una experiencia que, al apelar a los sentidos, trata de trascenderlos para asomarnos a un umbral de lo que significaría la conciencia libre de los intereses que curiosamente nos atrapan en un sufrimiento complaciente cuan ingrato. El sutra es un canto mágico para aligerar el peso que nos dobla. Son alas. Las palabras del sutra están tatuadas en el cuerpo de la mente que nos pertenece a todos”.

Espartaco Martínez aclara que Sutra del corazón no es un sermón moralizante, sino una disertación que, bien entendida, pondrá a las espectadoras y los espectadores contra la pared. “Tenemos dos opciones: aceptar o no la insignificancia como una palanca a la felicidad; arriesgarse al deseo y la promesa de eternidad en la que sólo existe el ahora. El sutra nos habla de la conciencia de la inconsciencia, nos deja ver y nos recuerda la finitud”, añade.

El creador se siente satisfecho con el resultado de su propuesta, ya que va más allá de una simple coreografía y cuenta con un trasfondo humano: “Con esta obra queremos decir que la danza es más que cuerpo y movimiento: es dolor, porque eso es la vida; es hablar de un cuerpo social e, incluso más precisamente, un cuerpo ecológico, no una individualidad que se impone. La danza es un movimiento táctico como el ajedrez; un pensamiento que contamina la realidad. Mucha gente no la ha pasado bien, así que hay que recuperarla, aliviarla y darle consuelo, cariño y respeto. Esa es la razón de ser de la pieza”.

Finalmente, Martínez comparte su entusiasmo de volver a las funciones presenciales. Confiesa que, como estudioso de la cultura escénica de Oriente, siente un desafío al restablecer la relación de distancia con las y los observadores, y está convencido que la experiencia será especial por ser el Munal un sitio no convencional y con una atmósfera acogedora.

Se contará con las medidas sanitarias correspondientes, las cuales consisten en la instalación de un filtro con tapete desinfectante, la aplicación de gel antibacterial, la revisión de la temperatura que no rebase los 37.5ºC, así como el uso obligatorio de cubreboca y la sana distancia.

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