Con propósito de invitar al público infantil a descubrir la magia de la sala de conciertos, la Orquesta Sinfónica Nacional del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) presenta en este programa familiar un espectáculo multidisciplinario, Cri Cri mexicanísimo: Érase una vez… un pueblito, con canciones de Francisco Gabilondo Soler, bajo la dirección musical del maestro invitado Enrique Ramos y la dirección escénica de César Piña, acompañados de un ensamble de seis voces de ópera y una compañía de 15 actores, bailarines y cantantes.
En el marco de “Contigo en la distancia” de la Secretaría de Cultura federal, la agrupación del INBAL ofrecerá esta divertida comedia musical el sábado 5 de junio, a las 12:00 horas, en la plataforma Contigo en la distancia (https://contigoenladistancia.cultura.gob.mx/) y en el canal oficial del INBAL en YouTube (https://youtu.be/Y1-55ZkJnak).
Cri Cri mexicanísimo nos lleva a conocer un pueblito que se encuentra en el interior de un jardín, debajo de la hojarasca, donde toda clase de personajes dan vida y personalidad a un México lleno de color que dibuja la música de Francisco Gabilondo Soler. Se trata de un lugar pintado por cada uno de sus habitantes: el gato de barrio, el comal, la olla, los soldaditos, la patita y muchos más que, con música, cantos y bailes, nos adentran en el universo del Grillito cantor.
El propósito de este programa es continuar con la difusión de uno de los mejores compositores de música infantil que ha dado México al mundo: Francisco Gabilondo Soler, quien aborda tanto el género ranchero como el tango, chachachá, foxtrot, bolero, polka o vals. Este espectáculo escenifica las canciones más representativas del autor, las cuales tratan de México y de sus tradiciones.
La obra se divide en Prólogo, Tema de entrada y Mi bandera, así como en cuatro episodios. El primero es La llegada al pueblito, que incluye las canciones Acuarela, El chorrito y Casamiento de los palomos.
El segundo es Corridos y otros sones, con los temas El comal y la olla, El jicote aguamielero y El abejorro mostachón; sigue Oficios y ocupaciones con El velador, Gato de barrio, Gato carpintero y Conejos panaderos y, por último, Los personajes populares, con Chonita, La patita, El chivo ciclista y El ropavejero, además de un tema de salida.
El maestro huésped, Enrique Ramos, quien además realizó los arreglos orquestales, comenzó estudios de violín a los seis años de edad. Posteriormente, ingresó al Conservatorio Nacional de Música en la Ciudad de México. Sus inicios fueron en la música regional mexicana. En 1988 formó parte del elenco artístico de la Orquesta Sinfónica Nacional, en la que permanece hasta la fecha. Sus arreglos han sido interpretados por diversas orquestas, como las sinfónicas Nacional, de Minería, de Aguascalientes, de Michoacán, la OFUNAM y Filarmónica de Jalisco.
En febrero de 2015 fue invitado a dirigir la OSN con un programa de su creación, Cri Cri guapachoso y tenebroso. En junio de 2019 dirigió Cri-Cri mexicanísimo, mismo que él orquestó. El maestro Ramos ha formado parte del Mariachi 2000 antes de pertenecer a la OSN, lo cual le ha dado un conocimiento directo del género y le ha permitido lograr la fusión del lenguaje sinfónico con la música folclórica.
Por su lado, César Piña, a cargo de la adaptación, diseño y dirección de escena, estudió arquitectura en la Universidad de Guanajuato, actuación con Ludwik Margules y Eugenio Barba, y dirección de escena con Juan Ibáñez. Ha incursionado en ópera, teatro y televisión, y en trabajos de producción ejecutiva, iluminación, escenografía y vestuario, además de dirección de marionetas; además, fundó una compañía familiar de marionetas.
Ha dirigido las óperas: Bastián y Bastiana, La flauta mágica, El sueño de Escipión, El empresario y Don Giovanni de Wolfgang Amadeus Mozart, Tosca y La bohème de Giacomo Puccini; El elíxir de amor, La hija del regimiento y Rita, de Gaetano Donizetti; La Cenicienta, El barbero de Sevilla, La ocasión hace al ladrón, La escalera de seda y El conde Ory, de Gioachino Rossini; Sansón y Dalila de Camille Saint-Saëns; El gato con botas de Xavier Montsalvatge; El pequeño príncipe y Alicia, de Federico Ibarra; El retablo de Maese Pedro y La vida breve, de Manuel de Falla; La traviata, Aída, Attila y Don Carlo, de Giuseppe Verdi, y La mulata de Córdoba, de José Pablo Moncayo, entre otras.