Esta mañana, México denunció el acceso inequitativo de vacunas contra COVID-19 en sesión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (CSONU). Durante su participación en el debate abierto sobre la implementación de la resolución 2532 (2020) referente al cese de hostilidades en el contexto de la pandemia COVID-19, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, recalcó que es necesario que el mecanismo de vacunación Covax, coordinado mediante la vía multilateral por casi todos los países del mundo, acelere la distribución de las vacunas y se revierta el acaparamiento por parte de diez países que concentran tres cuartas partes de todas las vacunas. Subrayó que “se estima, conservadoramente, que hay más de 100 países en los que no se ha aplicado ni una sola dosis […] nunca habíamos visto una división tan profunda que afectase a tantos en tan poco tiempo”.
El canciller Ebrard remarcó que la pandemia ha tenido un impacto social y económico devastador en todo el mundo pero ha afectado en mayor proporción a los países más pobres y vulnerables. Mencionó que ha revertido los avances obtenidos en la consolidación de la paz y el desarrollo y se han interrumpido campañas de vacunación en 45 países con crisis humanitarias o de refugiados. También subrayó que ha ocasionado un repunte de la violencia de género, en detrimento de niñas y mujeres.
México, en su calidad de presidente pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), un mecanismo que incluye a 33 países de la región para el diálogo y el acuerdo político, hizo un llamado a abanderar el multilateralismo para hacerle frente a la pandemia y subrayó la injusticia de la desigualdad generada. Mencionó que el mecanismo Covax de vacunación ha resultado insuficiente. Por ello, pidió privilegiar a los países con menos recursos, quienes no tendrían acceso a vacunas hasta la mitad de 2023, si se mantiene la tendencia actual. “Garantizar el acceso universal a las vacunas es el único camino para vencer la pandemia”, afirmó.
El secretario Ebrard hizo hincapié en que la desigualdad abre una brecha entre países sin acceso y los otros diez, una división profunda nunca vista en tanto tiempo. Aseguró que, efectivamente, se tiene que apoyar los esfuerzos provenientes del Consejo de Seguridad, como la resolución 2532 para poner un alto al fuego mundial en el contexto de la pandemia, así como poner en el centro de la discusión la repercusión a mujeres y jóvenes pero recalcó que es necesario garantizar el acceso justo, equitativo y oportuno a las vacunas. Este es el principal reto al que hay que hacerle frente y por eso alentó a la comunidad internacional a participar en las cadenas de suministro de vacunas: “urge actuar para revertir la injusticia que se está cometiendo, porque de ello depende la seguridad de toda la humanidad”, aseguró.
Recalcó que, con el respaldo del sector privado, México ha podido lograr que se envase la vacuna de AstraZeneca, en cooperación con el Gobierno de Argentina, algo que beneficiará a toda América Latina, e instó a que se vea por todos los demás y ser solidarios con los que no tienen recursos.
El objetivo agendado de la sesión fue discutir el acceso equitativo de todos los países a las vacunas contra la COVID-19, así como la implementación de la resolución 2532 (2020) del Consejo de Seguridad sobre el cese de hostilidades en el contexto de la pandemia de COVID-19 y contó con la participación de los 15 países que lo conforman. En su discurso de apertura, el Secretario General de la ONU, António Gutierrez, hizo un llamado para incrementar la solidaridad en la distribución de las vacunas.