El Porvenir de Cuitzeo

“La Navidad es escenario para que se exprese sin restricción la unidad en la diversidad” RDO

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Dr. Rogelio Díaz Ortiz

La Navidad tiene muchos significados, todos vinculados a deseos de paz, armonía, unidad, amor y felicidad.

Uno de sus emblemas es el árbol que se coloca en muchos hogares, diferentes religiones concuerdan que representa una especial unión ya que sus raíces se encuentran en la profundidad de la tierra y crecen siempre en dirección del cielo.

Su forma triangular se interpreta como la santísima trinidad o el quiero, puedo y hago.

La estrella que decora su punta representa la fe. Las luces que lo iluminan significan la luz que guía nuestro camino por la vida.

Las esferas simbolizan nuestras oraciones, peticiones o agradecimientos al creador.

Se elige un pino verde porque es un árbol que no pierde sus hojas, es fuerte y sus ramas simbolizan la vida eterna.

El color de su decoración interpreta el azul como arrepentimiento, dorado: alabanza, rojo: petición, plata: agradecimiento y verde: esperanza. Las figuras colgantes significan la gloria de Dios que se refleja en todas partes.

Los regalos que se colocan debajo de él, la cantidad de dones que Jesús nos trae con su nacimiento y que compartimos unos con otros.

Es Navidad la mejor época para expresar a nuestros amigos y familiares cuanto les valoramos y necesitamos, es ocasión para diluir supuestos y malos entendidos, para perdonar cualquier afrenta y restablecer comunicación con quienes en algún momento formaron parte de nuestros afectos y que hoy se encuentran lejanos.

La versatilidad de las redes sociales nos permite hacerlo casi de inmediato sin que distancia alguna lo impida, aunque siempre sería más efectivo el contacto personal, mirarse a los ojos y dejar que broten de manera espontánea las emociones.

Hoy la pandemia nos impide el “cara a cara”, un abrazo cálido y largo, compartir el pan y la sal en reuniones “ajenas” a la cotidianidad del hogar. Pero nada podrá impedir que enviemos nuestros mejores deseos, en la lejanía de la distancia física, pero en la cercanía del corazón.

La magia de la mercadotecnia indica que la Navidad es momento de consumo, del gasto en caros obsequios que muchas veces tienen efímera utilidad y solo cumplen con un ritual social careciendo de auténtica intención de cariño.

Estoy seguro que son más valorados un abrazo sincero, una caricia, una llamada o mensaje, una cena modesta pero aderezada de cariño, aunque cada quien da lo que quiere y puede.

El nacimiento de Jesús no es propiedad de nadie ni se limita a un idioma, religión, latitud, posición social o ideología política.

Es un regalo del Creador para recordarnos la importancia de la unidad en la diversidad, la posibilidad de pensar diferente, pero tener metas comunes.

Es la Navidad una magnífica oportunidad para hacer una tregua a la obtención de bienes materiales, para disfrutar de espacios de alegría, fraternidad, amor, reconciliación y paz.

Esta es la última edición de las Ópticas Constructivas, por lo que se relaciona al 2020. Por ello, desde el fondo del corazón agradezco a los estimados lectores de este espacio periodístico su acompañamiento, durante los últimos doce meses, su confianza y valiosos comentarios.

Les invito a cuidarnos para de esta manera cuidar a los demás y favorecer que muy pronto podamos saludarnos de manera presencial.

No seamos parte de la estadística de la pandemia … eres muy importante para mí… ¡Feliz Navidad, prospero y saludable 2021! 

¡Deseo para todos lo mejor de lo mejor, que así sea!!

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