- La pandemia está haciendo estragos entre los grupos más indefensos de la población. La crisis del COVID-19 ha disparado el número de personas que necesitan asistencia humanitaria en todo el mundo a un nivel sin precedentes: 235 millones de personas requieren ayuda, lo que supone un aumento del 40% respecto al año pasado. Si todos los que necesitarán ayuda humanitaria el próximo año vivieran en un solo país, éste sería la quinta nación más grande del mundo. El panorama humanitario que se presenta es la perspectiva más sombría y oscura sobre las necesidades humanitarias que jamás se haya establecido.
La epidemia de la COVID-19 ha empujado espectacularmente al alza el número de personas que necesitan asistencia humanitaria con un incremento de un 40% de afectados respecto a las mismas fechas del año pasado, según se deprende de la última edición del estudio Panorama Global Humanitario 2021.
Mientras que a principios de año precisaban ayuda de emergencia 170 millones de personas, la previsión para el 2021 de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU apunta a que esa cifra crecerá hasta los 235 millones, casi en su totalidad debido a la pandemia del coronavirus.
El informe de las Naciones Unidas y sus socios humanitarios destaca que, si todas esas personas que van a necesitar ayuda humanitaria durante el año que viene vivieran en un país, éste sería la quinta nación más grande del mundo.
El objetivo de la ONU y sus asociados para el año que viene es buscar ayuda para 160 millones de las personas más vulnerables que se enfrentan al hambre, los conflictos, los desplazamientos y los efectos del cambio climático y la pandemia COVID-19. Para lograrlo, precisan la solidaridad y la financiación del resto del mundo.
La ayuda delineada en los 34 planes de respuesta coordinados por las Naciones Unidas y presentados en el informe busca asistir a las personas mas indefensas de 56 países y busca que la comunidad internacional aporte 35.000 millones de dólares.
Durante la presentación del evento en Ginebra, el Secretario General de la ONU destacó la importancia del sistema humanitario durante este 2020 done entregó alimentos, medicinas, refugio, educación junto a otros servicios esenciales a decenas de millones de personas.
“Pero la crisis está lejos de terminar. Los fondos para ayuda humanitaria se enfrentan a graves carencias a medida que empeora el impacto de la pandemia. Juntos, debemos movilizar más recursos y ser solidarios con las personas en su momento de mayor de necesidad“, demandó.
Una idea en la que ahondó el coordinador humanitario de la ONU, Mark Lowcock, quien distinguió entre las posibilidades de los países ricos que “ven la luz al final del túnel”, mientras los pobres se enfrentan a otra situación completamente diferente.
“El panorama que presentamos es la perspectiva más sombría y oscura sobre las necesidades humanitarias que jamás hayamos establecido y eso es un reflejo de que la pandemia de COVID ha causado una carnicería en todos los países más frágiles y vulnerables del planeta”, dijo el coordinador humanitario.
Lowcock explicó que los 35.000 millones de dólares serán para evitar la hambruna, luchar contra la pobreza y mantener a los niños y las niñas vacunados y en la escuela.
“Nos encontramos ante una elección clara. Podemos dejar que 2021 sea el año de un gran retroceso – deshaciendo 40 años de progreso – o podemos trabajar juntos para asegurarnos de que todos encontremos una salida a esta pandemia”.
Durante el año pasado, la cifra aportada por la comunidad internacional de donantes para las tareas de respuesta humanitaria estableció un récord con 17.000 millones de dólares.
Pese a este hito, las necesidades humanitarias siguen creciendo y la financiación sigue siendo menos de la mitad de lo que pidieron las Naciones Unidas y sus socios.