La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) recuerdan a Michel Descombey en el 90 aniversario de su natalicio. Considerado uno de los hitos dancísticos que encontró en México su hogar y espacio de libertad para sus creaciones coreográficas, quien fue también formador de varias generaciones de bailarines.
Nacido en Francia el 28 de octubre de 1930, su infancia estuvo marcada por el contexto familiar y social de la Segunda Guerra Mundial. Inició su carrera profesional en la Ópera de París, en la cual fungió como primer bailarín, maestro de ballet, coreógrafo oficial y director.
En 1969 incursionó en la creación escénica y se desempeñó como coreógrafo independiente para diferentes compañías en el mundo. Asimismo, a principios de los años setenta fue director de la Ópera de Zúrich.
Descombey llegó a México por invitación de la bailarina Gladiola Orozco, quien también se convertiría en su pareja de vida y de trabajo, para montar una obra en el entonces Ballet Independiente (BI), en el cual Orozco era codirectora. Entre 1972 y 1975 colaboró con dicha agrupación; a partir de ahí surgió la complicidad creadora y ambos fundaron el legendario Ballet Teatro del Espacio (BTE), semillero de danzantes y creaciones escénicas al que Descombey dedicó su profesionalismo y lo impregnó con sus conocimientos y perspectiva artística durante toda su existencia.
En 1996 colaboró con la Compañía Nacional de Danza del INBAL para estrenar con ella su obra Violostries (1969), dueto con música del compositor francés Bernard Parmegiani, presentado como parte del programa II de su temporada de primavera en el Palacio de Bellas Artes.
Además, en 2012 se escenificó su versión de La muerte del cisne (1982), con música de Camille Saint-Saëns, un solo para hombre que el maestro realizó (la original y más reconocida es la de Michel Fokine), ilustrando —con el movimiento y la expresión— la dualidad de la fragilidad y la fuerza, así como la belleza y la entereza.
Es autor de más de 30 obras, entre las que destacan: La ópera descuartizada, Conquistas, La noche transfigurada, Pavana para un amor muerto, 1991. Año Mozart, Neomilenio, El miedo, Soledades, Carmen 2002 y El adiós.
Fue galardonado por la Unión de Cronistas de Teatro y Música por su espectáculo coreográfico Sinfonía fantástica; distinguido como Caballero de la Orden de las Artes y Letras por André Malraux, ministro de Cultura del gobierno francés; nombrado Caballero de la Legión de Honor Francesa en 1985 y condecorado con la Orden del Águila Azteca en 1994 por su contribución a la evolución y perfeccionamiento del arte de la danza en México. También recibió el Premio Guillermina Bravo 2005 por su trayectoria profesional, entre otros reconocimientos.
Michel Descombey, una de las piezas fundamentales en el desarrollo de la danza, falleció el 5 de diciembre de 2011 a los 81 años en la Ciudad de México. Su experiencia siempre le llevó a ejercer con compromiso, visión y amor su propio lenguaje artístico. Su legado seguirá vigente por haber hecho de la danza un arte comprometido con la humanidad y su sociedad.