El Porvenir de Cuitzeo

Expertos en el Ámbito Museístico de Iberoamérica Reflexionan sobre los Desafíos de estos Espacios

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22 de Octubre de 2020.- El INAH, a través del Museo Regional Potosino, es una de las instituciones convocantes de este encuentro virtual, el cual abrió con una exposición sobre Museos, educación y ciencias sociales en el umbral histórico de 2020

El 18 de mayo de este año, en el marco del Día Internacional de los Museos y sin saber las repercusiones que la pandemia de COVID-19 traería a los espacios culturales de todo el mundo, se creó el Grupo Salamanca de Investigación en Museos y Patrimonio Cultural Iberoamericano (GSIM), el cual lleva a cabo su primer foro internacional en la modalidad virtual, bajo el tema: “Museos, Educación y Patrimonio Cultural Iberoamericano: Nuevos retos y viejos desafíos”.

Este 22 y 23 de octubre, seis expertos, provenientes de Chile, Panamá, Colombia, Brasil y México, reflexionan e intercambian experiencias con el público participante, en el encuentro remoto convocado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través del Museo Regional Potosino, y el Centro Regional de Formación Docente e Investigación Educativa, por parte de México; la Universidad de Salamanca, y el Museo Regional de Atacama, en Chile.

En la transmisión del Primer Foro Internacional GSIM, en sintonía con la campaña “Contigo en la Distancia”, de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, manifestó que la institución a su cargo es garante de la protección, investigación y conservación, pero también de la difusión de una parte significativa del patrimonio cultural mexicano. Esta labor, dijo, recae en buena medida en su Red de Museos, constituida por más de 160 recintos en todo el país.

En el contexto mundial derivado de la pandemia de COVID-19 —continuó—, la función educativa de los museos es vital, de ahí que el intercambio intelectual sobre las herramientas con que pueden y deben valerse estos espacios, dentro y fuera de sus muros, es por demás necesario, considerando que los países iberoamericanos enfrentan retos comunes, como presupuestos insuficientes, lo que requiere unir voluntades y compromisos de diversos sectores: civiles, empresariales y gubernamentales.

El director del Master en Antropología de Iberoamérica, de la Universidad de Salamanca, Ángel Espina Barrio, explicó que entre los objetivos del GSIM —compuesto por un grupo de académicas y académicos especialistas en museos y patrimonio cultural que confluyen en esa señera casa de estudios—, está promover y dinamizar la investigación multidisciplinar sobre museos y patrimonio cultural en distintas latitudes de la geografía iberoamericana.

“La inédita pandemia del COVID-19 ha obligado a museos de todo el mundo a cerrar sus puertas, llevándolos a buscar nuevas formas de desarrollar su trascendente labor y enfrentándolos a desafíos nunca antes vistos”, insistió el también presidente de honor del GSIM.

De este modo, comentó, se espera que de este foro deriven acciones apropiadas a las nuevas realidades y necesidades de las sociedades siempre cambiantes; y anunció que las intervenciones del mismo serán publicadas en un número monográfico del boletín del Museo de Atacama.

Para brindar un contexto general, el presidente del GSIM y titular del Museo Regional Potosino, del INAH, Eduardo Saucedo Sánchez de Tagle, ofreció la ponencia Museos, educación y ciencias sociales en el umbral histórico de 2020. Al respecto, destacó que los recintos dedicados a las ciencias sociales, se remontan a 1840, en Europa y Estados Unidos, de ahí que en una trayectoria de solo 180 años, han enfrentado circunstancias diversas que han sabido sortear.

En ese sentido, abundó, la actual coyuntura histórica es un escenario compuesto por dos marcos temporales distintos: el singular parteaguas representado por la pandemia de COVID-19 (bajo el cual, 32% de los museos estarían bajo amenaza de cierre), y el umbral histórico de 2020, un punto álgido en lo que corresponde al devenir del mundo globalizado contemporáneo, un periodo que en la historia de México y de muchas otras naciones, ha sido marcado por los modelos políticos y económicos neoliberales.

Resultado de esos modelos, los presupuestos, la infraestructura y los recursos que históricamente se ha destinado para la educación, la ciencia, la cultura, han sido y son insuficientes; “no se trata de un mal endémico, que afecte solo a una nación o a un pequeño grupo de países. Hoy en día está claro que la educación, la cultura y la ciencia, particularmente las ciencias sociales, no son actividades esenciales para muchas naciones. Esa es otra de las cosas que ha evidenciado la pandemia.

“No obstante, el desarrollo del conocimiento científico, el impulso a la educación y el fomento de los espacios culturales al servicio de la sociedad, parecieran ser hoy más necesarios que nunca, pues en ellos reside la posibilidad de enfrentar con éxito los grandes desafíos de la actualidad: las crisis ambientales, la pobreza, la violencia, el destino de la salud física y mental de la humanidad, la desigualdad económica, entre otros; y que son también los grandes retos que los museos de hoy, en tanto garantes del bienestar de las sociedades, deben de asumir como propios”, sostuvo.

Saucedo Sánchez enfatizó que más allá de cualquier estadística relacionada con el número de personas que los visita, el éxito de los museos de ciencias sociales debe medirse en relación con las capacidades que despliegan en torno a la investigación, la divulgación y la conservación del patrimonio histórico y cultural, siendo cinco sus principales desafíos.

Entre ellos, dijo, está el comprender que “actualizar no es sólo ‘tecnologizar’”, ya que no pueden convertirse definitivamente en espacios virtuales, pues sus acervos están compuestos por bienes patrimoniales que tienen también una existencia material, a partir de los cuales, se construye una vivencia presencial y cualitativa, cara a cara, con los visitantes: “Por lo que las herramientas tecnológicas deben ser para los museos de ciencias sociales un medio, y nunca un fin.

“Los museos deben ser espacios cada vez más interactivos, pero no solo con base en la tecnología y la virtualidad, sino también donde, a la par de los objetos, las cédulas y las imágenes, los visitantes encuentren cada vez más actividades por realizar, en donde no únicamente miren, lean o escuchen pasivamente, sino donde también puedan hacer, oler, saborear, tocar y aprender participativamente, sobre el patrimonio cultural material e inmaterial”, instó el director del recinto potosino.

Los siguientes desafíos tienen que ver con la pedagogía en los museos, que en los tiempos actuales demanda enseñar una historia más amplia, más fiel a la realidad y sus múltiples dimensiones, incluyente de todas aquellas voces, historias, y grupos sociales y culturales, que tradicionalmente han sido excluidos de las historias oficiales. Esto requiere que el propio museo aspire a ser más inclusivo, diverso y multicultural, empezando con sus equipos de trabajo.

“Los museos de nuestro tiempo deben proponerse, como objetivo a corto y mediano plazo, la incorporación entre sus trabajadores de personas con distintos tipos de discapacidades, así como también mujeres y hombres provenientes de diversas minorías sociales y culturales, incluyendo, desde luego, a los pueblos originarios, lo cual resulta de especial relevancia para aquellos museos que exhiben colecciones provenientes de las culturas indígenas del pasado y el presente”.

Por último, Saucedo Sánchez sostuvo que no se puede soslayar la precarización del trabajo de los profesionales de museos y patrimonio cultural, un tema que “debería ser prioritario para las instituciones culturales de todo el mundo. No podemos ni debemos acostumbrarnos a que las cosas sigan siendo así”. Asimismo, la mercantilización, la privatización y el uso con fines de lucro, que derivan en el tráfico, saqueo y subasta de bienes culturales; la destrucción o afectación del patrimonio histórico y cultural, asedian a los museos y a sus proyectos de investigación, conservación, protección y difusión.

“Es por ellos, por todos y cada uno de los grupos sociales y culturales que con su diversidad enriquecen y dan forma a nuestras sociedades, por quienes los museos deberán de saber estar a la altura frente a estos y muchos otros desafíos que los esperan en los tiempos por venir”, concluyó el presidente del GSIM.

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